Pedro José Gris. Nació en Santiago (República Dominicana, 1958),
grados académicos en Filosofía, Literatura y Derecho. Fundador e ideólogo del
Ateneo Insular junto con el Dr. Bruno Rosario Candelier y del Movimiento Interiorista. Ha ejercido el
periodismo de opinión, la crítica literaria y las inusuales labores del
orientador cultural. Premio de Cuento Casa de Teatro 1991. Jurado del Premio
Nacional de Poesía en 1999, 2000 y 2005.
Ha sido cónsul en Haití, periodista, profesor universitario, publicista,
productor de televisión, empresario, productor agrícola, etc. Obra poética: Las
Voces (1982), El libro de los saltos (2011) y Voy hacia
mi casa (2011).
La amante
Cesemos
Por qué fluir mares de sombras
repetidas
cuerpos de tristezas devoradas
y cadáveres sobre estas cosas
y además
vergüenza
Amada
ciérrate
a este sueño invertido
a esta boca donde no transitan los remansos
Ciegos
multiplicar
la soledad
y ciegos
ser
orlados de deseo
sustancias que se arrasan
La tierra los besos la mano
la fotografía de una piedra dura
El agua como un muro nos recoge
Quitémonos la piel
estas miserias de concha en el vacío
Bebamos con la bestia en su único crepúsculo
Basta el dolor
también el deseo
obnubilando el Ser
El placer es incesante entre estos dioses
pero el placer que dura se traiciona
El dolor obnubila el Ser
También el deseo
Amante
invítame a cesar
retocemos
vamos a tocarnos
Desnúdame con tu boca de música inhollada
retira todas esas algas podridas
que no dejan soplar la claridad perfecta
Déjame
Déjate
Somos la imagen
Nadie sufre
Cesemos
Por qué fluir mares de sombras
repetidas
cuerpos de tristezas devoradas
y cadáveres sobre estas cosas
y además
vergüenza
Amada
ciérrate
a este sueño invertido
a esta boca donde no transitan los remansos
Ciegos
multiplicar
la soledad
y ciegos
ser
orlados de deseo
sustancias que se arrasan
La tierra los besos la mano
la fotografía de una piedra dura
El agua como un muro nos recoge
Quitémonos la piel
estas miserias de concha en el vacío
Bebamos con la bestia en su único crepúsculo
Basta el dolor
también el deseo
obnubilando el Ser
El placer es incesante entre estos dioses
pero el placer que dura se traiciona
El dolor obnubila el Ser
También el deseo
Amante
invítame a cesar
retocemos
vamos a tocarnos
Desnúdame con tu boca de música inhollada
retira todas esas algas podridas
que no dejan soplar la claridad perfecta
Déjame
Déjate
Somos la imagen
Nadie sufre
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