
Ángela Hernández Núñez. Poeta, narradora y crítica literaria. Nació en Jarabacoa, República Dominicana, en 1954. Estudió Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde se graduó con honores. Junto a la militancia política y la investigación de los problemas de la mujer dominicana, ha desarrollado también una prolífica labor en el campo de la poesía y el cuento. Obtuvo el Premio Nacional de Cuento, el Premio de Novela Breve y el Premio Nacional de Poesía. Obras: Desafío (1985), Las mariposas no le temen a los cactus (1985), Emergencia del silencio, Tizne y cristal (1987), De críticos y creadoras (1988), Alótropos (1989), Masticar una rosa (1993), Arca espejada (1994), Telar de rebeldía (1998), Piedra de sacrificio (2000), Mudanza de los sentidos (2001 y 2002), La escritura como opción ética (2002), y Charamicos (2002).
Le amo altísima tristísima
desaforada.
Con el dulzor espantado
de lo que quiero y no puedo
destruir.
Con la extrañeza de lo que no pudre.
Lo presiento como al campo magnético, como al
instinto de la isla de los pájaros grises.
Viene de un accidente
de un relámpago
que en sueños insinúa
sus filos.
Le amo con golpes de cinceles, con inmoladuras,
en pórticos aguados, en las trastiendas de los barrios.
Con tesón y fatigados tendones. En las montañas, los
cacaotales y la espiral Ravel.
Con camisas de fuerza y sacros templos dedicados al
fuego súbito.
No le entiendo. Le amo.
No lo deseo. Le amo.
No le incrimino. Le amo.
No lo recuerdo. Lo padezco.
No lo quiero ni cerca, ni lejos, ni dentro, ni fuera.
Volador, tatuado en ramas secas. Eventual como el
océano desordenado
por levíticas nubes.
¿Qué es que no puedo pensarlo
ni imaginarlo, ni retenerlo?
Sin físico, con ira, con mortalidad,
con azar y presión en mis arterias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario