martes, 11 de octubre de 2011

De México nos visitan:

Coral Bracho nació en la Ciudad de México, en 1951. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía de Aguascalientes y el Premio Xavier Villaurrutia. Obra Poética: Peces de piel fugaz (1977), El ser que va a morir (1982) y Tierra de entraña ardiente (1992), La voluntad del ámbar (1998), y Ese espacio, ese jardín (2003), entre otros, y los libros de poesía para niños Jardín del mar (1993) y ¿Adónde fue el ciempiés? (2007). Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte y ha sido becaria de la Fundación Guggenheim.



Oigo tu cuerpo

Oigo tu cuerpo con la avidez abrevada y tranquila

de quien se impregna (de quien emerge,

de quien se extiende saturado, recorrido de esperma)

en la humedad cifrada (suave oráculo espeso; templo)

en los limos, embalses tibios, deltas,

de su origen; bebo

(tus raíces abiertas y penetrables; en tus costas

lascivas -cieno brillante- landas)

los designios musgosos, tus savias densas

(parvas de lianas ebrias) Huelo en tus bordes profundos, expectantes, las brasas,

en tus selvas untuosas,

las vertientes. Oigo (tu semen táctil) los veneros, las larvas;

(ábside fértil) Toco en tus ciénegas vivas, en tus lamas: los rastros

en tu fragua envolvente; los indicios

(Abro a tus muslos ungidos, rezumantes; escanciados de luz)

Oigo en tus légamos agrios, a tu orilla: los palpos, los augurios

-siglas inmersas; blastos-. En tus atrios:

las huellas vítreas, las libaciones (glebas fecundas),

los hervideros.


Hernán Bravo Valera Nació en la ciudad de México, en 1979. Egresado de la licenciatura en literatura y ciencias del lenguaje en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Ha publicado poemas, traducciones y ensayos en diversos periódicos y revistas de circulación nacional y del extranjero. Ha traducido poemas de T. S. Eliot, Wallace Stevens, Dylan Thomas. La balada de la cárcel de Reading, de Oscar Wilde (Ácrono Ediciones, México, 2000) y, con Marco Antonio Campos, El hombre redivivo, de Gastón Mirón (Poemas y ensayos, UNAM, México, 2001). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, 1999. Ha publicado el libro de poemas Oficios de ciega pertenencia, Fondo Editorial Tierra Adentro, CNCA, México, 1999; y Nueve poemas, cuaderno de Filodecaballos, Guadalajara, 2001. Junto con Ernesto Lumbreras realizó la muestra El manantial latente. Poesía mexicana desde el ahora (1986-2002), publicada por el Fondo Editorial Tierra Adentro del Conaculta.

Destinado a ser hombre sólo y para siempre

John Milton, Paradise Lost

—Te he escuchado

narrar lo sucedido

antes de venir yo.

Puedo contarte

mi historia, pues quizá

no la conoces.

Resta mucho del día.

Sutilmente

intento, como ves,

que no te marches

invitándote a oír

este relato:

—Te perdí el paraíso,

te perdí

la pista que corrimos

del trabajo que cuesta

andar hacia el amor.

¿Cómo ganarme el pan

que no multiplicaste,

harina, levadura,

fécula,

melaza, engrudo

que no pega

los recortes

de personal

con que me fui derecho

a donde sabes,

a no saber ya nada?

—Descubrirás, quizá,

soles y lunas,

con masculina luz

y femenina,

porque los sexos son

fuente de vida

que guarda el almacén

de cada estrella.

—Durante casi un año,

terriblemente,

milagrosamente,

como una gestación

de dos infértiles,

vivimos de la cama,

cuidábamos

la hora de dormir,

los alimentos

y nuestra propia obra,

nuestra obra maestra.

Después de nueve meses

alumbramos, al fin,

una ausencia

que tiene nuestros ojos

y el amor de sus padres,

fallecidos

en el terrible choque

al que sobrevivieron.

—"Mi más sentido pésame."

"Aquí estamos

para lo que se ofrezca."

"Si necesitan algo,

con confianza."

"¿Quién diría? Tan jóvenes,

en la flor de la edad."

"Que Dios los tenga

en Su gloria." ("¿Y los cuerpos?

¿Recuperaron algo

de los cuerpos?")

—Te pedí de favor,

de aquí entre nos,

de en serio júrame,

de no me vayas

a salir con cosas,

de y de qué tal si sí,

de Dios dirá,

de por lo más sagrado,

te pedí, me pediste,

quién dijera.

—Es humo, vanidad

o desatino

ocuparse de más,

pues me convierte

en un ser que no ve

lo que le importa,

ni puede prevenir

lo que le aguarda,

forzándolo a buscar

eternamente.


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